martes, 26 de abril de 2011

EL MISTERIO DE LA MUERTE


EL MISTERIO DE LA MUERTE

Aunque la idea de que la muerte no es sino un cambio de actividades de este mundo físico a mundos menos materiales, ha sido aceptada por la mayoría de los estudiantes que piensan, la Enseñanza de la Sabiduría Occidental explana el modo de actuar de la ley natural concerniente a la duración de la vida terrestre y al colapso del cuerpo físico. El hombre construye el arquetipo de su cuerpo denso en el mundo celeste. Este arquetipo es, por supuesto, construido de acuerdo con sus capacidades. Algunas veces una vida se prolonga más allá de la duración normal cuando los Seres Compasivos ven que puede ser de servicio especial, pero generalmente hablando, el arquetipo persiste sólo hasta que se ha gastado la
vibración que se le da al nacimiento. Cuando la vida termina el ascenso del espíritu es obstaculizado por la materia de deseos, que se adhiere a él después de que se ha roto el cordón plateado. El trata de librarse de esta materia por medio de la fuerza centrífuga, siguiendo la misma ley natural mediante la cual un planeta echa fuera la parte de sí mismo que está más cristalizada, Así es que la materia más grosera del cuerpo de deseos es expelida primero. Es eliminada por medio de la fuerza centrífuga purgante, que arranca lo malo y permite al espíritu ascender a las regiones superiores que constituyen el mundo celeste. En relación con esto, la enseñanza más importante se da en cuanto a la necesidad de grabar
adecuadamente el panorama de la vida pasada en el cuerpo de deseos, para que el ego pueda ver sus éxitos y sus fracasos; donde fue fuerte, y donde fue débil; Para que pueda ver el propósito del dolor y el sendero que conduce a su eliminación.
Cada generación, conforme asciende al inundo celeste, entona un canto de sus éxitos sobre la tierra. Así es que cada cual canta una cadencia diferente en la armonía de nuestra esfera, y así como las esporas sobre una placa de vidrio se acomodan de diferente manera cuando tonos diferentes las ponen en vibración, así también estas variaciones en la antífona del mundo son la causas que hacen cambiar el clima, la flora y la fauna sobre la tierra. Si fuimos diligentes durante nuestra pasada vida terrestre, cuando llegarnos al mundo celeste cantamos acerca de una tierra de abundancia, y he aquí que la encontramos aguardándonos a nuestro retorno ¡Si descuidamos la tierra y perdimos el tiempo en especulación metafísica, nuestro canto en el mundo celeste fue muy diferente, y cuando retornamos a la tierra, nos encontramos en una tierra de hambre, inundaciones y desolación. Todas las cosas del cielo y de la tierra están gobernadas por medio de la inmutable ley de consecuencia, que mantiene el equilibrio del mundo.

del libro Cristo o Buda

por ANNET C. RICH
Prologo por M A X H E I N D E L

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